<p>Me propongo leer críticamente cinco novelas chilenas de los años dos mil (Bonsái, La vida privada de los árboles, Formas de volver a casa, Visa americana, Camanchaca) que signaremos como autoficciones, concepto que tradicionalmente ha nominado la realización de un pacto ambiguo e híbrido donde se amalgaman dos pactos distintos de lectura, el novelesco y el autobiográfico. Si bien, tradicionalmente la autoficción se ha entendido como la identificación nominal entre autor, narrador y protagonista, aquí propondré una reinvención del concepto que consistirá en entender la autoficción como un efecto. Estableciendo una categoría, el efecto autoficcional, que no se piensa desde las cartografías genéricas tradicionales y que nos permitirá analizar de mejor manera las posibilidades políticas que este tipo de novelas articulan. A partir del análisis textual, me propongo demostrar que el efecto autoficcional, en la novela chilena reciente, es una posibilidad ético/estética que permite un despliegue ficcional anclando en la noción de situacionalidad, formulación que desarrollaré dialogando críticamente con las críticas de cuño conservador que ven la autoficcion, en particular, y las literaturas del yo, en general, como expresiones de un desbordado narcisismo contemporáneo o como formulaciones estéticas que son coincidente con el individualismo que signaría esta época. Por el contrario, para mí, la autoficciones analizadas, a través de la problematización deliberada de los supuestos y la estructura de la ficción, busca articular una novelística situada que interroga el texto social señalando un lugar enunciativo y sin atribuirse la representación de otro</p>
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Licenciado en Lengua y Literatura Hispánica
LICENCIATURA EN LENGUA Y LITERATURA HISPANICA
<p>Me propongo leer críticamente cinco novelas chilenas de los años dos mil (Bonsái, La vida privada de los árboles, Formas de volver a casa, Visa americana, Camanchaca) que signaremos como autoficciones, concepto que tradicionalmente ha nominado la realización de un pacto ambiguo e híbrido donde se amalgaman dos pactos distintos de lectura, el novelesco y el autobiográfico. Si bien, tradicionalmente la autoficción se ha entendido como la identificación nominal entre autor, narrador y protagonista, aquí propondré una reinvención del concepto que consistirá en entender la autoficción como un efecto. Estableciendo una categoría, el efecto autoficcional, que no se piensa desde las cartografías genéricas tradicionales y que nos permitirá analizar de mejor manera las posibilidades políticas que este tipo de novelas articulan. A partir del análisis textual, me propongo demostrar que el efecto autoficcional, en la novela chilena reciente, es una posibilidad ético/estética que permite un despliegue ficcional anclando en la noción de situacionalidad, formulación que desarrollaré dialogando críticamente con las críticas de cuño conservador que ven la autoficcion, en particular, y las literaturas del yo, en general, como expresiones de un desbordado narcisismo contemporáneo o como formulaciones estéticas que son coincidente con el individualismo que signaría esta época. Por el contrario, para mí, la autoficciones analizadas, a través de la problematización deliberada de los supuestos y la estructura de la ficción, busca articular una novelística situada que interroga el texto social señalando un lugar enunciativo y sin atribuirse la representación de otro</p>