<p>Tras el estallido del 15 M en el marco de la crisis económica española y unas duras medidas de austeridad que redundaron en un retraimiento del Estado de Bienestar, con consecuencias dramáticas para miles de familias, la ciudadanía tuvo un incipiente nuevo interés en la política, que se plasmó no sólo en movilizaciones sociales, sino además en un alza en la audiencia de tertulias de debate político en las grandes televisiones privadas y públicas.</p><p>Es en este contexto, en que se evidencia un resquebrajamiento de los consensos sociales, en que un grupo de investigadores y jóvenes estudiantes de la Universidad Complutense de Madrid deciden salir a interpelar a los responsables del descalabro, proponiendo nuevas explicaciones para la realidad del país y confrontando a las posiciones ideológicas tradicionales del sistema político, en el terreno de la comunicación.</p><p>Convencidos de que son los medios los que construyen los discursos y por ende, constituyen verdaderos espacios de militancia, Pablo Iglesias e Iñigo Errejón, que luego fundarán el partido Podemos, apuestan por dar la pelea por la definición de la realidad utilizando formatos televisivos que usualmente se identifican con las tertulias de derecha.</p><p>En 2011, en el estudio de la señal comunitaria del barrio obrero de Vallecas –Tele K- se emite el primer programa de La Tuerka, con el fin, según explican -de mover el tablero a su favor- y abrir espacios más propicios para el cambio en el contexto de lo que los precursores del programa definieron como Crisis de régimen.</p><p>Luego de unas exitosas tres temporadas en que La Tuerka confrontó posiciones de izquierda radical, con representantes de la derecha más dura del país, esta se posicionó como referente argumentativo para miles de personas que encontraron en dicho espacio, las herramientas para abordar la discusión en el marco de una reconfiguración del escenario político . Al tiempo que su principal figura mediática, el politólogo Pablo Iglesias, conseguía un millón de votos en los comicios al parlamento europeo a la cabeza de Podemos.</p><p>Cabe pensar que el programa La Tuerka, que abrió un camino comunicacional antes inexplorado para la izquierda radical, sirvió de vehículo para posicionar ciertos temas en el debate público desde un enfoque crítico, el cual tuvo una amplia caja de resonancia gracias al uso de una fórmula audiovisual específicamente pensada para un proceso de politización social a través de la televisión. Una fórmula que seguiría perfeccionándose hasta hoy y que se perfila como referente para las futuras disputas de sentido de la izquierda en distintos lugares del mundo.</p><p>Qué características tiene el exitoso modelo audiovisual de La Tuerka y cuáles son sus principales herramientas técnicas y de posicionamiento de tópicos, es el objeto de la presente investigación</p>
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Licenciado en Comunicación Social
Periodistatítulo
PERIODISMO
<p>Tras el estallido del 15 M en el marco de la crisis económica española y unas duras medidas de austeridad que redundaron en un retraimiento del Estado de Bienestar, con consecuencias dramáticas para miles de familias, la ciudadanía tuvo un incipiente nuevo interés en la política, que se plasmó no sólo en movilizaciones sociales, sino además en un alza en la audiencia de tertulias de debate político en las grandes televisiones privadas y públicas.</p><p>Es en este contexto, en que se evidencia un resquebrajamiento de los consensos sociales, en que un grupo de investigadores y jóvenes estudiantes de la Universidad Complutense de Madrid deciden salir a interpelar a los responsables del descalabro, proponiendo nuevas explicaciones para la realidad del país y confrontando a las posiciones ideológicas tradicionales del sistema político, en el terreno de la comunicación.</p><p>Convencidos de que son los medios los que construyen los discursos y por ende, constituyen verdaderos espacios de militancia, Pablo Iglesias e Iñigo Errejón, que luego fundarán el partido Podemos, apuestan por dar la pelea por la definición de la realidad utilizando formatos televisivos que usualmente se identifican con las tertulias de derecha.</p><p>En 2011, en el estudio de la señal comunitaria del barrio obrero de Vallecas –Tele K- se emite el primer programa de La Tuerka, con el fin, según explican -de mover el tablero a su favor- y abrir espacios más propicios para el cambio en el contexto de lo que los precursores del programa definieron como Crisis de régimen.</p><p>Luego de unas exitosas tres temporadas en que La Tuerka confrontó posiciones de izquierda radical, con representantes de la derecha más dura del país, esta se posicionó como referente argumentativo para miles de personas que encontraron en dicho espacio, las herramientas para abordar la discusión en el marco de una reconfiguración del escenario político . Al tiempo que su principal figura mediática, el politólogo Pablo Iglesias, conseguía un millón de votos en los comicios al parlamento europeo a la cabeza de Podemos.</p><p>Cabe pensar que el programa La Tuerka, que abrió un camino comunicacional antes inexplorado para la izquierda radical, sirvió de vehículo para posicionar ciertos temas en el debate público desde un enfoque crítico, el cual tuvo una amplia caja de resonancia gracias al uso de una fórmula audiovisual específicamente pensada para un proceso de politización social a través de la televisión. Una fórmula que seguiría perfeccionándose hasta hoy y que se perfila como referente para las futuras disputas de sentido de la izquierda en distintos lugares del mundo.</p><p>Qué características tiene el exitoso modelo audiovisual de La Tuerka y cuáles son sus principales herramientas técnicas y de posicionamiento de tópicos, es el objeto de la presente investigación</p>