<p>El nogal es actualmente el segundo frutal más plantado en nuestro país, solo después de la vid y es plantado en muchas regiones del país, dentro de las que destacan la Metropolitana y la de Valparaíso, con un total nacional de 35.277 ha en el 2017, con un incremento total desde el 2010 de 128 por ciento, con lo que la industria nacional se sitúa como el segundo mayor exportador de nueces, solo después de Estados Unidos. La joven industria chilena carece aún, pese al gran tamaño de la industria, de mucha experiencia en lo que al manejo del cultivo respecta, sin ser la excepción la nutrición. La efectividad el uso del nitrógeno -NUE- experimentalmente no supera el 70 por ciento, por lo que no hay razón para que en condiciones de campo sea mayor, lo que se traduce en grandes pérdidas de nitrógeno y de rentabilidad económica, considerando la perdida de rendimiento correspondiente. Actualmente las grandes propuestas nutricionales no consideran los principales momentos de absorción del nitrógeno del suelo, lo que va en total desmedro del potencial rendimiento y calidad del cultivo. En base a ello, se propone un plan nutricional nitrogenado que apunta a la redistribución y no al aumento de unidades de nitrógeno. Se busca demostrar que una redistribución del fertilizante nitrogenado aumenta la producción de nueces, las reservas de arginina en la planta y la cantidad de proteínas en los cotiledones</p>
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Licenciado en Agronomía
Ingeniero Agrónomotítulo
AGRONOMIA
<p>El nogal es actualmente el segundo frutal más plantado en nuestro país, solo después de la vid y es plantado en muchas regiones del país, dentro de las que destacan la Metropolitana y la de Valparaíso, con un total nacional de 35.277 ha en el 2017, con un incremento total desde el 2010 de 128 por ciento, con lo que la industria nacional se sitúa como el segundo mayor exportador de nueces, solo después de Estados Unidos. La joven industria chilena carece aún, pese al gran tamaño de la industria, de mucha experiencia en lo que al manejo del cultivo respecta, sin ser la excepción la nutrición. La efectividad el uso del nitrógeno -NUE- experimentalmente no supera el 70 por ciento, por lo que no hay razón para que en condiciones de campo sea mayor, lo que se traduce en grandes pérdidas de nitrógeno y de rentabilidad económica, considerando la perdida de rendimiento correspondiente. Actualmente las grandes propuestas nutricionales no consideran los principales momentos de absorción del nitrógeno del suelo, lo que va en total desmedro del potencial rendimiento y calidad del cultivo. En base a ello, se propone un plan nutricional nitrogenado que apunta a la redistribución y no al aumento de unidades de nitrógeno. Se busca demostrar que una redistribución del fertilizante nitrogenado aumenta la producción de nueces, las reservas de arginina en la planta y la cantidad de proteínas en los cotiledones</p>
